domingo, 23 de marzo de 2008

Trece Rosas

Ayer al ir a ver a una de mis amigas a su casa, me encontré con el final de Trece Rosas...Y la verdad, es que aunque solo fue el final me dio que pensar. Pensé, que no hace tanto de todo lo sucedido durante la guerra y la dictadura, puesto que me paro y pienso: joder! mi abuela es una de esas personas que lo vivió en primera plana y coño yo soy una nieta de la guerra, si una nieta a la que su familia le ha contado y transmitido todo lo sucedido durante la misma para que conozca mi historia, y aunque muchos quieran que lo olvidemos, resulta que yo soy nieta de la injusticia y la barbarie. Por qué digo esto...porque resulta que mi familia fue perseguida, encarcelada y gran parte fusilada...fusilada por creer en algo diferente, por defender sus ideas sin obligar a nadie, por luchar por lo que creían justo.
Yo reflexiono y digo...joder soy nieta de la guerra y del franquismo, soy hija de padres de la dictadura que corrieron de los grises y vivieron la supresión...que son entonces los de derechas, acaso ellos descienden de una población que no vivió durante esa época en España...por qué nos quieren hacer olvidar, por qué no asumen su pasado, su descendencia, por qué quieren tomarnos por bobitos emborregados y pretenden que olvidemos la tan cercana historia de nuestro país. Que olvidemos que tan solo llevamos veintimuchos años de democracia, casi 30, que son tan solo un suspiro.
No quiero que me mal interpretéis, no pretendo abrir heridas, ni fomentar el odio a través del recuerdo, solo pretendo que no nos olvidemos que no hace tanto, esto no era un país democrático, con libre expresión de opinión y acción...solo quiero que pensemos que olvidar la historia lleva a repetir los mismos actos sucedidos. Por ello pido que no nos pidan que olvidemos...porque ello nos abocará a la repetición del pasado. Yo opto por mantener el recuerdo y dar mi perdón.

1 comentario:

jandro dijo...

Ayer se celebró el día de la República, y lo importante no era dar a la monarquía en las narices con su celebración, si no recordar que unos cuantos, desconformes con el sistema, la abordaron, arrollaron y desolaron hundiendo esa España, que tanto aclaman como suya, en el más profundo de los ostracismos